Existen varias versiones de esta leyenda, una dice que allá por 1680, el capitán holandés Van Der Decken en su travesía hacia las indias orientales holandesas encontró un mal temporal cerca del cabo de buena esperanza. La tormenta destruyo parte de su nave y le impedía continuar su ruta, fue tanta su frustración al ver que ninguna de sus habilidades y conocimientos de navegación le servían para bordear el cabo que no hacía otra cosa que proferir juramentos.
El diablo aprovechando la desesperación del marino le sugirió -en sueños- continuar la travesía y desafiar a Dios… -Él es quien te impide bordear el cabo-… Lleno de ira el capitán holandés lanzo el reto gritando potentemente sobre el estruendo de la tempestad.
Desafío al poder de Dios a detener el curso de mi destino y mi resuelta carrera. Ni el mismo diablo despertará mi temor. Aunque tenga que surcar los mares hasta el día del juicio.
Del barco y la tripulación nunca se supo más… nunca llego a su destino… Sin embargo son muchos los que le han visto navegar…
El diablo aprovechando la desesperación del marino le sugirió -en sueños- continuar la travesía y desafiar a Dios… -Él es quien te impide bordear el cabo-… Lleno de ira el capitán holandés lanzo el reto gritando potentemente sobre el estruendo de la tempestad.
Desafío al poder de Dios a detener el curso de mi destino y mi resuelta carrera. Ni el mismo diablo despertará mi temor. Aunque tenga que surcar los mares hasta el día del juicio.
Del barco y la tripulación nunca se supo más… nunca llego a su destino… Sin embargo son muchos los que le han visto navegar…
Richard Wagner escribió su versión para la ópera que lleva el mismo nombre. Una historia romántica donde al navegante, perseguido por la maldición y condenado a navegar sin reposo, se le concede cada siete años la posibilidad de bajar a tierra en busca de un amor puro que lo salve con su muerte.
En la ópera de Wagner el holandés errante encuentra la salvación en Senta la hija de un marinero noruego… una historia muy emotiva… he aquí unos fragmentos…
La casa de Senta adornada con cuadros de escenas marineras aloja el retrato de un hombre con barba y traje negro. Ella conoce su historia le fue narrada por Mary su nodriza, frecuentemente observa el cuadro y canta la canción que su nana le ha enseñado.
¿Encontrasteis el barco en el mar,
rojas las velas, el mástil negro?
A bordo, el hombre pálido,
el señor del barco, vela sin paz.
¡Huy! ¡Como brama el viento!
¡Huy! ¡Cómo silba entre las jarcias!
¡Huy!¡Como una flecha vuela sin destino,
sin descanso, sin paz!
¡Pero el hombre pálido puede alcanzar aún la salvación,
si halla una mujer que le sea fiel en la Tierra...
¡Ay! ¿Cuándo la hallarás, pálido navegante?
¡Rogad al cielo para que pronto le sea fiel una mujer!
Contra vientos adversos y la furia de la tempestad
quiso él un día un cabo doblar;
juró y maldijo con necia arrogancia:
"No cederé ante ti por toda la eternidad."
¡Huy! ¡Y Satanás le oyó!
¡Huy! ¡Y le tomó la palabra!
¡Huy! ¡Y desde entonces vaga maldito por el mar,
sin descanso, sin paz!
¡Pero el desdichado puede encontrar aún la redención en la Tierra,
si un ángel de Dios le muestra cómo puede hallar clemencia!
Un día el padre de Senta llego a casa con un forastero muy rico que pidió su mano… Es un hombre sin patria desde hace tiempo, durante largos y lejanos viajes a tierras extrañas, ha reunido muchos tesoros. Desterrado de su país pagara alto precio por un hogar… Senta de inmediato descubre algo misterioso en él y sin dudar acepta el compromiso. El holandés consciente de su necesidad le exige fidelidad eterna a lo que Senta accede …
¡Conozco el sagrado deber de la mujer,
hombre desdichado, no te inquietes por ello!
¡Permite que participe de tu destino aquella que puede detener su marcha!
En mi puro corazón guardo el supremo mandamiento de la fidelidad.
¡A aquel a quien me consagro le seré fiel hasta la muerte!
Pero antes del anuncio del compromiso, el holandés descubre que Senta tiene un prometido y desesperado huye hacia el mar.
¡Izad las velas! ¡Levad el ancla!
¡Decid adiós a tierra por toda la eternidad!
¡De nuevo empujado a recorrer los mares!
¡Dudo de ti y dudo de Dios!
¡Toda fidelidad se ha esfumado!
¡Tus promesas no eran más que burlas!
Senta que en verdad lo ama intenta detenerlo, pero el holandés le advierte que le espera la condenación eterna si no cumple su promesa de fidelidad…Senta segura de la identidad del holandés insiste en ir con él, pero es detenida por su padre y prometido.
¡Bien te conozco!
¡Bien conozco tu destino fatal!
¡Te reconocí nada más al verte!
¡Aquí está el fin de tus tormentos!
¡Yo soy aquella cuya fidelidad te hará hallar la salvación!
El holandés decide entonces revelar su verdadera identidad.
¡Tú no me conoces, no sospechas quién soy!
-Señala su barco, cuyas rojas velas has sido
desplegadas y cuya tripulación está preparando
la partida con especial actividad.-
Pregunta por todos los mares,
pregunta al navegante que recorre los océanos;
él conoce este barco,
espanto de todos los hombres piadosos:
¡el Holandés Errante me llaman!
El barco del holandés errante zarpa. Senta logra escapar de su padre y prometido, sube a una roca muy alta y desde ahí grita con todas sus fuerzas en dirección del holandés.
¡Gloria a tu ángel y a tu mandamiento!
¡Aquí me tienes, fiel hasta la muerte!
Senta se precipita hacia el mar… La nave del holandés se hunde y desaparece, al poco tiempo aparecen en el horizonte entre las olas Senta y el holandés, transfigurados y abrazados en medio de rayos de una vivísima luz…
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